lunes, 29 de marzo de 2010

El petróleo, la maldición del cáucaso


Los chechenos son un pueblo musulmán, descendientes de tribus autóctonas refugiadas en la región caucásica, debido a la opresión proveniente de tribus enemigas (álanos). Eran bandas nómades, organizadas en clanes patriarcales, que estuvieron sometidas a los príncipes mongoles y a kabardes hasta aproximadamente el siglo XVIII.
A partir de aquí, los chechenos se enfrentaron con los rusos, principalmente, debido a conflictos territoriales. Ya desde 1834, los rusos acudieron al territorio checheno debido al interés económico que presentaban los yacimientos petrolíferos de la región. 



Formando parte de la desaparecida U.R.S.S. en 1934, son amalgamados a Ingushetia, con la que entran en conflicto hasta su separación. La intención de Ingushetia era formar parte de las naciones dependientes de Rusia, debido a un claro interés económico (el de recuperar la región de Prigorodnyi, que fue atribuida por el gobierno soviético a Osetia del Norte). Contrariamente a este caso, Chechenia, debido también a causas económicas, busca incansablemente la independencia. Debido a esto, el Kremlin (distrito central y fortaleza de Moscú y antigua residencia de los zares) envió tropas armadas al Cáucaso, imponiendo su poderío militar como ley. En los primeros años de la Perestroyka, Chechenia impulsó la formación de la Confederación de los Pueblos Montañeses de Cáucaso (C.P.M.C.) que de ser una simple asociación cultural, pasó a formar parte de una formación básicamente política y creó milicias armadas para aumentar su poderío bélico. Así se pueden observar indicios de la búsqueda de autonomía por parte de los chechenos. A partir de 1990 se observa un gran cambio en el Cáucaso, un giro radical en la historia del conflicto en la región caucásica: Chechenia exige su soberanía y busca ser reconocida por Moscú como república federada.

Se forma así el Congreso Nacional del Pueblo Checheno, presidido por Dudáev, un militar soviético, veterano de Afganistán y comandante en jefe de la base de bombarderos nucleares en Estonia, que luego de su muerte, (alcanzado por un misil ruso) es precedido por Aslam Masjadov, actual presidente independentista. En 1991, fracasa un golpe militar, al mando de Dudáev, en Moscú. Otro hecho importante es la disolución del Parlamento y la creación de un Consejo Supremo por parte del Congreso Nacional del Pueblo Checheno. Con Duydáev obteniendo el respaldo popular, Chechenia proclama su independencia en 1991. El Kremlin no reconoce la situación y Yeltin, presidente ruso en ese momento, establece el estado de emergencia. Este hecho, de gran significado, produjo grandes cambios: a partir de ese momento comienza a tomar forma el enfrentamiento armado entre Rusia y Chechenia. También, a raíz de esto, los chechenos amplían su armamento, y se confirma su separación de Ingushetia. Toda estas cuestiones finalizaron con la intervención armada de los rusos en Grozni, capital de Chechenia en 1994, para luego repetirse en 1999.
Es aquí donde tenemos que preguntarnos, cuáles son realmente las causas por las cuales rusos y chechenos se encuentran bélicamente enfrentados.

La primera intervención rusa en Chechenia, el 11 de diciembre de 1994, fue el hecho que detonó la primera guerra en el Cáucaso entre rusos y chechenos. Luego de un breve período de “calma”(los enfrentamientos continuaron, pero en menor intensidad) se reactivaría el accionar bélico, pese a los moderados intentos de diplomacia, en 1994 y tendrían vigencia hasta nuestros días.
Ante esta situación resulta curiosa la forma en que los rusos, con su presidente a la cabeza, trata de explicar lo inexplicable, de demostrar al resto del mundo que el genocidio que realiza en el Cáucaso, es “legítimo”. Primeramente afirma que el caso de Chechenia, es un problema interno, y por esto solo Rusia decidirá cuándo ponerle fin, sin la intervención de otros países u organizaciones. Otro argumento engañoso, por parte de Rusia, es el de considerar de “unilateral” las acciones chechenas, esto significaría que el conflicto y sus devastadoras consecuencias serían propias del accionar bélico de los pobladores del territorio caucásico. Falso. Porque en todo caso, es también unilateral la decisión arbitraria de reconocer, en 1991, independientes a las repúblicas federadas y negárselo a las restantes unidades que formaban la U.R.S.S., entre ellas, Chechenia.

La lista de atribuciones que se les da a lo chechenos por parte de los rusos, llama realmente la atención, ya que son sumamente paradójicas. Tal es el caso de los secuestros. Éste método, que es empleado por ambos países, (no solo por los chechenos, como Rusia pretende afirmar) consiste en el secuestro de personas importantes, cabecillas, o simplemente civiles, y el pedido de rescate, saldado éste con altas sumas de dinero. La diferencia radica en que: los secuestros efectuados por los chechenos tienen fines económicos (lo que se obtiene se utiliza para solventar los gastos de la guerra), contrariamente, los secuestros rusos no tienen otro objetivo que el de desarmar, a través de la captura de cabecillas chechenos, las milicias chechenas. Si bien Rusia denuncia el caso secuestros por parte de los chechenos, las tropas rusas emplean el mismo método en los territorios del Cáucaso.

Otro caso sumamente paradójico, es ver también como Rusia, en 1992, intervino en Moldavia, donde el XIV ejército ruso respaldó militarmente a Transdniestr, república que unilateralmente se desprendió del Estado moldavo. Observamos como el caso moldavo es similar al de Chechenia, pero con la diferencia que el del Cáucaso es un conflicto que tiene a Rusia como el principal interesado e involucrado. Finalmente, los rusos acusan a los chechenos de grupos fundamentalistas, relacionados con Al Qaeda, tratando así de obtener el “visto bueno” por parte de los demás países, en especial Estados Unidos, sobre el accionar armado de Rusia en Grozny. Es decir que los rusos tratan de demostrar y convencer que combatiendo con las milicias chechenas, están acabando con una faceta del terrorismo en el mundo. Evidentemente, Rusia no considera a las milicias chechenas, como grupos armados de un país que quiere ser independiente.
Pero resulta interesante, realizar un desarrollo de las verdaderas causas por las cuales Rusia intervino militarmente en Chechenia.

Ante la declaración de la independencia de Chechenia en 1991, Rusia empleó una política ambigua con respecto a la soberanía chechena, política estabilizadora: plasmada en la negociación con los líderes chechenos, política desestabilizadora: cristalizada en el bloqueo económico, el apoyo a la oposición, y ataques bélicos. Ante esta situación de “estabilidad moderada”, fueron tres realmente las causas por las cuales las autoridades rusas determinaron la intervención militar en Chechenia. La primera causa, de carácter político, implica que: al reconocer la independencia de chechena provocaría la desestabilización de la Federación Rusa, ya que otros países podrían seguir los caminos de Chechenia, empleando o aumentando los métodos en búsqueda de la autonomía: uso de armamento, formación de ejércitos profesionales, acciones suicidas, etc. Esto traería un terrible dolor de cabeza para el gigante de Asia. La segunda causa, de argumento estratégico, es que Chechenia, por su ubicación geográfica, representa un territorio sumamente delicado, debido a la proximidad entre el Cáucaso Norte, (en el cual se encuentra Chechenia) y el Cáucaso Sur, límite geográfico de Rusia con Turquía e Irán, enfrentados éstos últimos con Rusia, debido a una razón económica muy demarcada como lo es el negocio del crudo. Justamente la tercera causa, de naturaleza económica, y la principal, es que Chechenia posee reservas de petróleo pero a la vez, se encuentra ubicada sobre una importante red de oleoductos y gasoductos que atraviesan la zona del Cáucaso Norte.

Es el paso del petróleo proveniente de Azerbaiyán, y de los países de Asia Central. Es este lugar estratégico el que busca dominar Rusia, debido a que las vías para la circulación de crudo se reducen a dos: a través de Rusia o de Turquía. Debido a esto, los rusos necesitan controlar el Cáucaso Norte para convencer a inversores extranjeros que la opción rusa, es mejor que la turca. Se habla de un contrato multimillonario, ¿valen estos millones, la vida de toda una población?.

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