Wikileaks se une a la prensa tradicional ¿traiciona su modelo?

• En sus cuatro años de vida Wikileaks se ha convertido en el Santo Grial del periodismo independiente. No obstante, sus filtraciones de la diplomacia estadounidense de la mano de New York Times, Der Spiegel, Le Monde, The Guardian y El País, han generado una serie de suspicacias.

Wikileaks lo venía anunciando hacía varias semanas: preparaban una filtración masiva que afectaría gravemente al Departamento de Estado de Estados Unidos. Y finalmente cumplieron, aunque con reservas. La principal novedad es que esta vez las filtraciones corrieron de la mano de cinco diarios tradicionales: New York Times, Der Spiegel, Le Monde, The Guardian y El País. Wikileaks justificó esta decisión por los ataques informáticos que su página venía sufriendo hace algunos días y que pusieron en peligro la publicación final de los más de 250.000 cables clasificados del sistema de seguridad de Estados Unidos.

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Cerca de las seis de la tarde hora europea, los documentos comenzaron a ver la luz en el New York Times, luego en Le Monde y posteriormente en El País, Der Spiegel y The Guardian. De esta manera, comenzamos a conocer revelaciones que dejan al descubierto un cuerpo diplomático al completo trabajando al servicio del espionaje estadounidense, además de jugosas revelaciones como las fiestas salvajes de Berlusconi, el bótox que usa Gadaffi, el autoritarismo de Vladimr Putin y los espías que trabajan en la ONU.

¿Cómo se descubrieron los documentos a estos diarios? El País se ha encargado de dar algunas claves. En un despliegue sin precedentes ha publicado en su página web mucha más información respecto del ‘making off’ que de las filtraciones en cuestión. Es así como podemos ver un videoblog de Javier Moreno hablando de la fiabilidad de Wikileaks y de cómo hacer creíbles estos documentos; también vemos un vídeo casero con el momento de la publicación –dejando al descubierto que Le Monde y New York Times se les adelantaron-; e incluso un blog creado especialmente para contar la trastienda de la investigación.

Lo cierto es que los documentos están en poder del diario de Prisa desde hace al menos una semana y que durante ese tiempo han puesto a un equipo completo de periodistas a trabajar sobre ellos ‘para comprobar su veracidad y para someterlos a los rigurosos estándares de calidad del periódico’. Incluso hay algún medio digital que vaticinó un cambio de director debido al secretismo de esta serie de reuniones entre la plana mayor de El País.

¿Cómo los consiguieron? No lo cuentan, pero podemos inferir que pueden haber llegado de la mano de Joseba Elola, periodista de Domingo de El País que precisamente hace un mes entrevistó a Julian Assange, el fundador de Wikileaks. Elola es ahora el encargado de elaborar el blog Proyecto C con todas las claves ocultas del ‘cablegate’.

No obstante, las críticas a este trabajo –debemos decir que titánico- no se han hecho esperar. La primera es el sometimiento de Wikileaks a las reglas del periodismo tradicional. Precisamente el gran valor agregado de este portal era prescindir de los grandes medios y sus presiones, para sacar adelante sus proyectos. No obstante, al compartir documentos con El País entre otros, ha debido entrar en las reglas tradicionales, como acuerdos entre los diarios para sacar la información al mismo tiempo, filtración de documentos delicados que quizás nunca serán publicados y exclusivas sólo para algunos. El propio diario El País reconocía ayer que ‘entre otras precauciones, se ha decidido aceptar los compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de determinados documentos’.

La segunda crítica que se hacía ayer en la Red tenía que ver con las precauciones que el diario de Prisa tomaba al publicar los papeles referidos a España. Al respecto el periódico se defendía diciendo que en determinados casos estas revelaciones tienen estrictamente el valor que tiene la opinión de una persona de posición influyente. En otros casos, se trata de relatos que aportan pistas sobre acontecimientos importantes pero que son narrados por una sola fuente: el servicio diplomático de Estados Unidos. ‘El País no ha podido corroborar todos esos relatos y ha prescindido de algunos que ha considerado de dudosa credibilidad. Pero sí ha certificado otros y ha operado de forma responsable con el país objeto de la filtración con la intención de causar el menor daño posible’.

Esta mañana ya tenemos los primeros datos sobre España. Los documentos revelan conversaciones con el Rey, Zapatero, Rajoy, Felipe González y Aznar. La Embajada maniobró y amenazó para lograr sus fines; también emitió informes demoledores. En total El País tiene en su poder 3.620 documentos de la Embajada de Estados Unidos en Madrid (103 secretos, 898 confidenciales y 2.619 sin clasificar).

Un último dato, quizás curioso. El Mundo sí se hacía eco de las filtraciones de Wikileaks y de su réplica en algunos periódicos. Lo sorprendente es que en sus enlaces prefería remitir a The Guardian (en inglés) que  a El País, periódico que no nombraba en ninguna de sus informaciones.

Fuente: PRNoticias