martes, 18 de mayo de 2010

Amnistía exige al Ejército tailandés que deje de utilizar munición real contra los 'camisas rojas'

 Denuncia que los soldados están disparando con fuego real contra personas desarmadas "que no representan una amenaza para nadie"

   MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
   Amnistía Internacional (AI) ha exigido al Ejército tailandés que ponga fin "de inmediato" al uso de munición real contra los manifestantes antigubernamentales (los 'camisas rojas') concentrados en el centro de Bangkok.
   "Los relatos de testigos presenciales y las grabaciones de vídeo demuestran claramente que el Ejército está disparando munición real contra personas desarmadas que no representan ningún peligro para los soldados ni para terceros", declaró Benjamin Zawacki, especialista en Tailandia de Amnistía Internacional.

   "Es ilegítimo disparar munición real deliberadamente contra personas desarmadas, incluidos manifestantes, que no representan una amenaza verosímil para nadie", prosiguió Zawacki. "Es una violación grave de un derecho humano fundamental: el derecho a la vida", agregó.
   Según AI, desde el 13 de mayo, cuando el Gobierno puso en marcha la operación Rachaprasong para dispersar a los 'camisas rojas', los soldados han disparado balas de goma y munición real en varias partes de Bangkok, en torno a los lugares de protesta. El Gobierno afirma que entre los manifestantes se ocultan unos 500 "terroristas".
   Al menos 35 manifestantes desarmados han perdido la vida, según Amnistía. "Entre las víctimas había dos médicos, abatidos los días 15 y 16 de mayo, que llevaban uniforme de personal médico con una cruz roja bien visible, y un muchacho de 17 años, muerto por disparos el 15 de mayo", aseguró.
   El general de división Khattiya Sawatdiphon (también llamado 'Seh Daeng'), asesor militar de los manifestantes, fue alcanzado por el disparo de un francotirador el 14 de mayo y murió tres días más tarde. También murió por disparos otro soldado. Aparte, según AI, más de 200 personas han resultado heridas, entre ellas varios periodistas tailandeses y de otros países y un niño de 10 años.
   "El Gobierno no puede permitir que los soldados disparen por norma contra cualquiera que se encuentre dentro de la zona que pretende controlar", afirmó Zawacki.
LAS NORMAS
   Las normas de intervención del Gobierno, articuladas el 14 de mayo por su Centro de Resolución de Situaciones de Emergencia, establecen que sólo se podrá utilizar munición real para hacer disparos de advertencia al aire, en defensa propia o cuando las fuerzas de seguridad vean con claridad a individuos considerados "terroristas". El 16 de mayo, el citado centro declaró "zonas de fuego real" varias áreas adyacentes al lugar de la protesta.
   Según contaron varios testigos presenciales a Amnistía Internacional, los soldados abrieron fuego en dirección a la zona con fusiles de largo alcance, "a una distancia desde la cual no era probable que las víctimas representaran peligro alguno".
   El portavoz del Centro de Resolución de Situaciones de Emergencia, coronel Sansern Kaewkamnerd, afirmó el 14 de mayo que los soldados guardarían la distancia con los manifestantes y utilizarían munición real para impedir que la gente se acercara más. Cuando disparasen para frenar a los manifestantes, los soldados apuntarían por debajo de la rodilla y sólo dispararían una bala cada vez, aseguró.
   "Es inadmisible con arreglo a las leyes y normas internacionales, que establecen que las armas de fuego sólo se utilicen como último recurso cuando un presunto delincuente oponga resistencia armada o haga peligrar la vida de terceros y no basten medidas menos radicales para su inmovilización o aprehensión", afirmó Zawacki.
   "Aparte de las situaciones inequívocas de defensa propia, el control de los disturbios debe estar a cargo de policías formados que utilicen medios no letales, y no de soldados que empleen munición real", añadió.

Fuente: Europa Press

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