¿Es posible que los OVNIs y la cultura extraterrestre sean la más grande producción mediática de nuestra historia? Puede ser, aunque no queda muy claro, lo que parece cierto es que si creemos, creamos.
El fenómeno OVNI es fascinante; no necesariamente porque una serie de extraterrestres en platillos voladores o en esferas vayan por nuestros cielos intentando revelarnos una profunda verdad (sin descartar del todo esta posibilidad); lo es porque de cualquier forma nos revela algo extraordinario: ya sea la increíble transformación de nuestra fe, expresada como una proyección en un ser celeste (ángeles vueltos aliens), o la bizarra manipulación político-mediática en la que vivimos inmersos. La posibilidad de que este fenómeno -si no en su totalidad- sea una fabricación de programas secretos de inteligencia es algo digno de considerarse.
Tomemos en cuenta que millones de personas han visto fenómenos extraños en el cielo, objetos voladores y luces que desafían la explicación, o que, al menos, no quieren ser explicados por las autoridades. Esto nos dice que algo está pasando. O los gobiernos y sus científicos de cabecera tampoco saben lo que está pasando (no necesariamente extraterrestres, simplemente lo inexplicable: inteligencias superiores, demonios o genios, fenómenos cósmicos que superan nuestro entendimiento, etc.), o lo están encubriendo (tienen un acuerdo con los extraterrestres, cómo muchos piensan). Y quizás la opción más terrorífica, algunos gobiernos o personas en el poder quieren que creamos en los extraterrestres (evidentemente estas opciones podrían coexistir).
Un nuevo libro The Mirage Man: A Journey in Disinformation, Paranoia and UFOs, escrito por Mark Pilkington, expone la teoría de que los OVNIs y la cultura alrededor son parte de un proyecto secreto del gobierno de Estados Unidos y agencias a su interior. Evidentemente, esta no es la primera vez que se plantea esta teoría. Podríamos decir que las dos corrientes más fuertes en la moderna historia de la teoría de la conspiración son una que piensa que el gobierno de Estados Unidos pactó con una raza extraterrestre después de la Segunda Guerra Mundial (aunque esta influencia extraterrestre podría provenir de mucho tiempo atrás) y otra que piensa que el gobierno de Estados Unidos ha diseñado un plan de propaganda y programación mental (utilizando el mass media) para hacernos creer en la presencia de estos seres extraterrestres, ya sea para ocultar un programa militar secreto como para posiblemente implementar una futura agenda en la que los "extraterrestres" sean usados para establecer un nuevo gobierno global, bajo una nueva religión o, contrariamente, un enemigo en común.
Según Pilkington, la campaña para promover la idea de los OVNIs fue formulada en los 50s por el jefe de la CIA, Allen Welsh Dulles, aunque recientemente la mayoría de los documentos falsos filtrados e historias sobre extraterrestres vienen de la oficina de investigaciones especiales de la fuerza aérea (AFOSI). Una víctima de falsos documentos aparentemente proporcionados por el gobierno de Estados Unidos fue Timothty Good, cuyo bestseller "Above Top Secret" contaba con documentos plantados en el archivo nacional de Estados Unidos. Algo similar podría ocurrir con los documentos del Majestic 12.
Pilkington cree que este programa secreto podría explicar porque tantos avistamientos de OVNIs y eventos claves suceden cerca de las bases militares, como Roswell. O porque algunos OVNIs se comportan como aeronaves militares (drones). Algo que podría ser argumentado complementariamente con la teoría de Jaque Vallee de que los Crop Circles son hechos con tecnología militar.
Un caso interesante es el de William Cooper, quien fuera matado por la policía en su casa en el 2001, después de que aparentemente predijo que habría un atentado terrorista y que Osama bin Laden iba ser culpado. Cooper, quien fuera miembro de la marina de Estados Unidos, pudo ver documentos clasificados que hablaban del acuerdo entre los extraterrestres y el gobierno secreto de Estados Unidos. Buena parte de su trayectoria como investigador creyó en la existencia de los extraterrestres y fue parte importante de difundir esta relación en los medios alternativos. Sin embargo, años antes de morir en el 2001, Cooper se dio cuenta que había sido engañado, que los documentos que había visto eran faslos.
"Ha habido un plan desde al menos 1917 para crear una amenaza extraterrestre al planeta Tierra, para hacer surgir una gobierno mundial, totalitario, luciferino. Esta propaganda extraterrestre ha sido promovida a través de películas, libros, diarios; para crear la idea en la mente pública que este fenómeno relacionado con los extraterrestres es real y que la amenaza es real", escribió Bill Cooper.
(Surge una paradoja ad infinitum, si he visto un OVNI o he tenido un contacto con seres extraterrestres, ¿cómo sé que está visión o creencia que produce una visión no ha sido provocada por un programa de control mental o alguna tecnología avanzada ? Pero, por otra parte, ¿por qué no creer en lo que vemos, en lo que sentimos? Y la terrible posibilidad de que en la práctica nosotros ya no seamos nosotros).
Pilkington menciona una película de reclutamiento producida por el Pentágono en los setentas en la que se sostiene que los OVNIs eran reales y se inlcuye imágenes de un OVNI aterrizando y unos extraterrestres desembarcando. Pero esto podría ser una producción cinematográfica.
Sin embargo, para confundir más las cosas, al final de su libro, un agente de la AFOSI le confiesa a Pilkington que sí existe una enorme conspiración en el gobierno para producir una cortina de humo de sinsentido, pero no para ocultar aeronaves supersónicas, tecnología de control mental o de modificación del clima (HAARP, Blue Beam, etc), sino para ocultar a los verdaderos OVNIs. Y que en realidad el gobierno sí está en contacto con seres extraterrestres. Es una forma de educación sutil. Pilington se pregunta si eso es lo que el agente militar le quiere hacer creer o es verdad y al final acaba revelando algo que nos parece sensato, que en la ufología nadie sabe toda la verdad. Por supuesto ahora nos surge la pregunta eterna en estas zonas marginales de realidad, de si Pilkington no es otro agente de desinformación.
Quizás el clásico sobre la conspiración del gobierno para hacernos creer en los extraterrestres es "The Stargate Conspiracy", en este libro se investigan ciertos vínculos entre varios de los expositores de la cultura New Age y la ufología con la Agencia de Inteligencia Central de los Estados Unidos. También se mencionan técnicas de programación mental psicotrónicas para hacer que algunas personas crean que ven extraterrestres y que canalizan información de seres de otros planetas o dimensiones. Los autores Lynn Picknet y Clive Prince mantienen que la humanidad ha sido y es controlada a través de las creencias que nos hace habitar en realidades diseñadas para satisfacer los planes de una elite en el poder.
Mientras tanto nadie puede negar la posibilidad de que existan miles y miles de seres inteligentes en el universo, y que posiblemente algunos estén aquí en la Tierra, comunicándose de diversas formas con los habitantes de nuestro planeta, algunos intentando ayudarnos y otros quizás todo lo contrario.
Puede ser difícil transitar por estas zonas fronterizas de la información sin caer en fanatismos o mantener una mente abierta para considerar posibilidades tan fuera de lo ordinario, sin dogmas religiosos o científicos. Pero al hacerlo queda el asombro ante lo extraño y desconocido que es nuestro mundo. Más que saber algo, que las cosas son de cierta forma definitiva, queda la conciencia de que no sabemos, pero por eso existen más posibilidades y tenemos los ojos más abiertos. Esa luz que se aparece en la noche sobre tu ventana y te hace pensar cosas extrañas, puede ser un rayo de control mental de la CIA, puede ser una hermosa mujer pleyadiana que quiere intercambiar energía o puede ser tu mente que ha leído demasiados artículos como este... el cielo es un espejo.
Fuente: Pijama Surf
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