Según este autor, el movimiento 15M podría ser un proyecto de
disidencia controlada (te recomiendo la lectura del artículo
Fabricando la
disidencia del profesor
Michel Chossudovsky), fabricado por el propio sistema
capitalista, para ser utilizado como válvula de escape del malestar social
existente en las sociedades imperial-capitalistas, canalizando el descontento
social hacia posisiones asumibles para el poder, cambiando algunas pequeñas
cosas para que todo siga igual. (...) Hay que aprender de experiencias previas, como Egipto
o Túnez, donde evidentemente la situación no es la misma, había un régimen que
derribar y aquí no es el caso"
Un proyecto que, según algunos expertos (y si funciona el experimento en
España), tienen pensado extender por todo el mundo con el fin de bloquear la
disidencia y reinventar el actual sistema imperial-capitalista.
La solución no está en cambiar o reformar el sistema, con eso no se consigue
nada. Eso es como tratar de cambiar las condiciones de vida en una cárcel.
Posiblemente cambiaría algo, pero eso no evitaría que siguieramos viviendo en
una cárcel. El actual sistema industrial mercantil neoliberal no es humano, y
por eso debe desaparecer, no ser reformado. Algo para lo cual (no te engañes) no
han montado el actual espéctáculo mediático, en el que muchas personas de buena
voluntad están participando y en el que, sin saberlo, están siendo utilizadas
por miserables, con objetivos miserables.
Por último, la ilegalización de las manifestaciones del movimiento 15M, el día
de la jornada de reflexión, por parte de la Junta Electoral Central, así como
las críticas de políticos y medios de comunicación ultrarreaccionarios, han sido
de gran utilidad al movimiento para aumentar su carácter épico y para dotarle de
mayor credibilidad, ante los ojos del gran público. Una estrategia psicológica
repetida ya en otras ocasiones (WikiLeaks).
Fabricando Disidencia: Globalistas y Elites Controlan Movimientos Populares